La paradoja del acúfeno ¿Ficción o realidad?
Elio Fedullo


¿Qué tiene que ver MATRIX con el acúfeno, 
la hiperacusia y la misofonía?

Hace 20 años MATRIX cambió el paradigma del cine y de la sociedad. Nos habló de una sociedad distópica (un entorno futuro e ilusorio bajo un poder totalitario y una ideología determinada) en la que por aquel entonces ya vivíamos y que hoy está consolidada como la única posible.

Una película icónica, de culto, transformadora, revolucionaria y transgresora que, a través de una historia futurista y filosófica, mezclando reflexiones metafísicas con una estética innovadora inspirada en la cultura asiática, marcó el comienzo de una nueva etapa en el género del cine de acción, convirtiéndose en una de las películas más importantes e imprescindibles de la historia del cine.

La saga acercó la filosofía a los espectadores, capturando la esencia de una historia que revolucionó y cambió la forma de pensar de la sociedad.

No lo hizo por inventar nada especial, sino por saber conjugar diferentes estilos para crear una película única, cuyas influencias se extienden hasta nuestros días. Una combinación ganadora, que llegó justo antes del fin de siglo, que muchos vivieron como un verdadero fin del mundo.

La entrada en los 2000 fue traumática, unida al comienzo de una era tecnológica que acabaría consumiéndonos a todos. De alguna forma, Matrix supo capturar (aún sin saber lo que realmente estaba por llegar) la sensación de incertidumbre por el futuro.

Pero… ¿Qué es MATRIX?

“MATRIX es una realidad virtual creada para dominarlo todo. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad. MATRIX es una mentira, un engaño a los sentidos; no es real, pero lo percibimos como si lo fuera”.

Igual de revolucionaria y paradigmática que ha sido MATRIX, las neurociencias (neurobiología - neuropsicología - neurofisiología) y las ciencias sociales han cambiado el rumbo de las investigaciones sobre el acúfeno, la hiperacusia y la misofonía, descubriéndonos un nuevo camino para solventar este problema, demostrando por un lado el rol que desempeña el cerebro y por otro la influencia del medio social y la epigenética sobre nuestro estado de salud-enfermedad y sobre la percepción de la realidad en la que vivimos.


La solución al problema del acúfeno, la hiperacusia y la misofonía no está en el oído, sino en el cerebro y en el medio social.

La película propone constantemente la toma de decisiones: pastilla roja o pastilla azul, conocer la verdad o vivir en la ignorancia, realidad o ficción. Esta libertad de elección ha sido relacionada con el existencialismo de Sartre.

Sartre hace referencia a la libertad humana y no cree en el destino. Para él la idea fundamental es la libre elección y en MATRIX hay que elegir desde el principio.

Lo mismo pasa con el acúfeno, tendrás que elegir y cuanto antes mejor, qué “etiquetas'' le pones, angustia, sufrimiento, desesperanza o aceptación, habituación, transformación.

Al tomar la pastilla roja, el mundo virtual en el que Neo ha estado viviendo se desmorona. Tiene que enfrentarse a la verdad y con una realidad muy diferente a la historia virtual que habían construido para él. Es su oportunidad de poder ver todo lo que esconde el mundo, más allá del mito de la caverna que describiera Platón.

Si se decanta por la pastilla azul, habrá preferido volver al mundo irreal, al mundo de la fantasía, eligiendo vivir una vida en la ignorancia antes que conocer la verdad y la realidad.

Un discurso de ciencia ficción, pero cargado de crítica y poder, capaz de hacer que nos replanteemos toda nuestra vida, nuestra existencia y la propia realidad.


La misma temática que en MATRIX, 
se plantea con el acúfeno. 
¿Ficción o realidad?

Técnicamente acúfeno o tinnitus es la percepción de un sonido sin una fuente externa que lo esté produciendo, una manifestación psicosomática de un problema físico o de nuestro entorno social que repercute a nivel sensorial.

Llamado también “ruido fantasma”, lo consideramos una mentira, un engaño de los sentidos.

Al igual que MATRIX, el acúfeno es una “realidad virtual” alimentada por tu propia mente, un estado de hiper-excitabilidad neuronal a nivel del sistema nervioso central, producido por una conciencia hiper-alerta a su vez condicionada por situaciones de estrés asociadas a tu entorno social.

Aunque el ruido es real y no una alucinación auditiva, siempre nos quedará esa duda, dado que la naturaleza exacta de la verdad y de la experiencia está mediada por nuestra conciencia individual y por esta razón ninguno de nosotros puede saber qué es real y qué no lo es.

Alimentamos la creencia de que todo lo que nos rodea (la realidad) es producto de nuestra propia conciencia. Estamos convencidos de que nuestra existencia está condicionada por lo que sabemos y creemos.

Dos grandes temas se desarrollan en MATRIX, 
la realidad y la percepción de la misma.
 

Idéntica temática la encontramos a la hora de evaluar y enfocar el problema del acúfeno, la hiperacusia y la misofonía.

¿Qué significado le doy a estos síntomas? ¿Qué etiquetas les pongo?

¿Cómo los califico? ¿Permito que tomen el control de mi vida?

Lo que vivo, lo que siento, el sonido que escucho ¿Es real? ¿Cómo influye nuestra mente en la construcción de esa realidad engañosa?

¿Puede haber una verdad objetiva en la subjetividad de nuestra visión del problema?

¿Somos esclavos de un ruido, encerrados en un universo que hemos adoptado como nuestro, pero que en realidad no lo es?

¿Cómo sé que lo que vivo no es un sueño? ¿Soy realmente dueño de mis decisiones y de mis actos?

Así, la realidad es subjetiva y es experimentada individualmente. Debemos enfocar el tratamiento como un proceso de habituación y cambio, durante el cual nos creamos y transformamos a cada momento.

Un proceso que nos lleva a entender el acúfeno no como una amenaza o un peligro, sino como la posibilidad de despertar nuestra conciencia, generando un cambio en la percepción e interpretación del problema y de la realidad.

Descartes era un escéptico de las sensaciones y creía que estas podían engañarnos por completo. Según su teoría el ser humano parte de los sentidos a la hora de elaborar conocimientos; pero teniendo en cuenta que estas percepciones sensoriales pueden fallar, la pregunta es ¿La realidad podría ser solo un estado de sueño profundo? ¿Podría ser el acúfeno un engaño de los sentidos derivado de un cerebro estresado y un entorno social caótico?

Descartes dudó absolutamente de todo, hasta darse cuenta de que hay algo que permanece imbatible a lo largo del proceso de la duda: la propia duda. Si hay duda hay pensamiento y si pienso es que existo. Así nace una de las frases más célebres de la historia de la filosofía: “Pienso, luego existo”.

Ahora bien, existir existimos, dónde y cómo ya es otra cosa, como ejemplifica este diálogo entre Morfeo y Neo: “¿Qué es real? ¿De qué modo definirías lo real? Si te refieres a lo que puedes sentir, oler, oír, saborear y ver, lo real entonces podrían ser sólo señales eléctricas interpretadas por tu cerebro”.

Igual que Descartes dudaba de todo, Matrix hace que también nosotros dudemos de todo, en especial de nuestros sentidos.

De la misma manera que los rebeldes de Matrix ¿Cuántas veces te has preguntado si el ruido que “machaca” tu cabeza es real o no? Al fin y al cabo, qué más da, ya está allí y te angustia, te frustra, altera tu forma de vida y la convivencia con tu entorno.

Debes salir de la jaula en la que te encuentras, “la jaula de las sensaciones”, escapar de la ilusión de un mundo que has construido de forma irreal, en función de un ruido que no entiendes y para el cual no encuentras ni conoces solución.

Las sensaciones y la información sensorial que recibe nuestro cerebro acaban construyendo lo que ven nuestros ojos y lo que oyen nuestros oídos (en este caso tu acúfeno), por lo tanto, si nuestro cerebro está controlado por fuerzas externas a nosotros (la estimulación sensorial y nuestro entorno social), estamos indudablemente atrapados en una ilusión. Por ello los sentidos son totalmente influenciables.

En relación con esto, no somos aun realmente conscientes de cuánto poder tiene la mente sobre nuestra realidad o nuestro cuerpo.

Mirar hacia adentro en lugar de hacia afuera es un motivo recurrente en la película, sintetizado en el aforismo "Conócete a ti mismo". Sócrates con su "solo sé que no sé nada", venía a decir que no podemos saber nada con certeza de lo que nos rodea.

De nuevo ahora y desde otra época de la filosofía, se vuelve a redundar en esta idea. Siempre volvemos al concepto de la percepción ¿Realidad o ficción?

En Matrix, igual que Alicia en el país de las maravillas, Neo seguirá a un conejo que le llevará a caer por la madriguera, pero en este caso, no accede a un lugar fantástico e irreal, sino al mundo real, al mundo de las ideas que proponía Platón.

Platón sostenía que los sentidos son engañosos, no son fiables y la teoría que mejor ha encajado para reflexionar sobre este tema, es la famosa alegoría de la caverna.

Platón cuenta cómo un grupo de personas viven encerradas desde que nacieron en una cueva, donde solo pueden ver lo que les rodea, así como las sombras de las personas y objetos que están fuera, las cuales se proyectan sobre una pared que tienen enfrente.

Esa es su realidad. Han aceptado, dado que no han conocido otra cosa, que esa es la forma que debe tener su existencia. Sin embargo, uno de ellos cuestiona que eso sea todo, logra escapar de la cueva emprendiendo un viaje hacia la verdad y el conocimiento, descubriendo el mundo real.

Al principio, la luz del sol ciega sus ojos y no logra distinguir bien, siente dolor y tiene que adaptarse, para finalmente ver las cosas claramente iluminadas, de hecho, termina viendo el mismo sol.

Al volver a la caverna y contar todo lo que ha visto y experimentado, probablemente sus compañeros crean que miente, ya que solo conocen una realidad y como consecuencia la protegerán, al extremo de que si se sienten amenazados le matarán. Es su realidad y no quieren que peligre.

En el mito de la caverna, Platón describe su teoría de las ideas. Explica la existencia de dos mundos, una dualidad de la realidad: un mundo sensible e irreal, el que perciben los sentidos (la caverna - Matrix - tu acúfeno) y el mundo de las ideas (el verdadero - lo real) que solo se puede alcanzar mediante la razón, el discernimiento y la educación.

Así, la realidad que nos rodea es la que conocemos, pero no necesariamente toda la que podemos llegar a conocer.

Jean Baudrillard exploró estas ideas de lo real y lo simulado. Estudió las relaciones entre los símbolos, la realidad y la sociedad.

Este enfoque nos ayuda a entender mejor esta experiencia colectiva a la que llamamos realidad. Es decir, un lugar donde se da valor a cosas materiales que no tienen un valor inherente, que no provienen de algo realmente valioso, porque así es como se ha codificado y construido la realidad en la que vivimos.

Baudrillard describe una metáfora que se ha vuelto contemporánea: "Bienvenido al desierto de lo real". Esto es lo que le dice Morfeo a Neo cuando le está explicando el funcionamiento de Matrix y todo lo que hay más allá de sus fronteras virtuales.

El desierto de lo real es tú acúfeno, hace referencia a la dureza de afrontar una realidad “desnuda, sin aditivos ni etiquetas”, mucho peor que la ilusión que se presenta ante tus ojos, una pseudo-realidad que nos venden diciendo “para el acúfeno, la hiperacusia y la misofonía no existe cura, no hay solución”.


Es lo real y no el mapa. 
"No es lo mismo el mapa que el territorio"...

El territorio es la realidad externa que te envuelve, es tu medio y entorno social. Es lo que es, de forma independiente. Es objetivo.

El mapa es la representación mental de lo que piensas (lo que percibes) del propio territorio. Es tu propia forma de ver y experimentar las cosas. El mapa es siempre subjetivo y dependiente.

¿De qué depende el mapa? De tus sentidos (olfato, vista, oído, tacto y gusto), de tus creencias, de tus valores y principios, de tus recuerdos, de tus patrones culturales y sociales. Todos ellos son tus filtros. Estos filtros te hacen diferente del resto de personas. Se disparan, consciente e inconscientemente, cada vez que tienes una experiencia, del tipo que sea.

Así, es importante que conozcas y definas tu propio mapa de la situación que quieras explorar. Porque lo que vas a hacer es trabajar tu realidad interna, el mapa.

A partir de aquí tienes 2 pasos a seguir:

1)-Conocer tu propio mapa particular, tu forma de ver las cosas.

2)-Entender como reaccionas ante la realidad objetiva desde tu propio mapa (y los demás también).

Llegados a este punto nos preguntamos:

¿El ruido que percibo es real o es mi interpretación personal de la realidad?

¿Realmente me afecta tanto mi acúfeno o es una representación mental estimulada por mi mapa?

Entonces:

¿Saldrías de la caverna para enfrentarte a la verdad como el sujeto de Platón? 

¿Tomarías la pastilla roja para salir de esa realidad construida a la medida de tus expectativas?

Y si te dijera que existe una “cura” para el acúfeno, la hiperacusia y la misofonía, pero no entendiendo el significado de cura como nos lo han enseñado (ausencia total de síntomas o enfermedad) sino como un proceso por el cual te habitúas a una situación que te lleva a vivir en armonía, sin padecer los efectos negativos que estos síntomas provocan. ¿Qué pensarías?

Estamos dormidos y vivimos inmersos en una realidad ficticia, viendo la vida como si fuese real. Es como si llevaramos puestas gafas de realidad virtual, a pesar de saber que lo que vemos no es real, nuestros sentidos lo interpretan como si lo fuera.

Eso es precisamente lo que ocurre, las sensaciones son percibidas como reales por los sentidos y como consecuencia, dejamos de cuestionarnos si estamos despiertos o no, si lo que vemos u oímos es real o no.

Lo que vemos en Matrix es una simulación compartida por los sentidos, sin ser conscientes de la naturaleza de lo que estamos viviendo. Lo mismo sucede con el acúfeno, la hiperacusia y la misofonía.

Por ello te animo a que salgas de la caverna y elijas la pastilla que te devolverá al mundo real, donde encontrarás los argumentos y las herramientas para entender que te pasa, porque te pasa y qué debes hacer para solucionar tu problema.


Lo que Matrix nos enseña sobre el acúfeno, 
la hiperacusia y la misofonía.

"Tu nueva normalidad, tu acúfeno".

“Es lo real y no el mapa. No es lo mismo el mapa que el territorio. No es lo mismo conocer el camino que andar el camino.” 
Un mapa es muy útil para conocerlo todo sobre el terreno, pero sólo cuando estas allí es cuando percibes sin filtros la realidad que te rodea. Solo asumiento tu realidad comenzarás a resolver el problema.

“Te puedo mostrar la puerta, pero tú debes cruzarla.”
Gran parte de mi trabajo consiste en enseñarte a utilizar tus capacidades, así como las herramientas que te ayudaran a mejorar tu situación.

Hay puertas que sólo se pueden mostrar y es tu decisión cruzarlas o no. 

“No dije que sería fácil, sólo que sería la verdad.”
Esto representa la esencia misma de tu nueva normalidad, de tu transformación personal y de cualquier otro cambio al que tengas que adaptarte ahora y en el futuro.

“No estoy preparado”, “Siempre he hecho las cosas así”, “Necesito otros caminos”, son frases muy recurrentes que sólo te llevarán al fracaso.

Aceptar es difícil, pero es la realidad que te ha tocado vivir.

“Matrix no puede decirte quién eres.”
Lo mismo ocurre en la nueva normalidad, es una nueva vida en la que dejamos atrás viejas costumbres que se convierten en recuerdos.

Muchas personas se resisten a los cambios porque no saben cómo hacer las cosas, pero una vez logrado y se han adaptado, echan la vista atrás y se dan cuenta todo lo que han aprendido.

Ese aprendizaje viene de la experiencia, de asumir riesgos y de enfrentarse a nuevos retos.

“Esto nunca se ha hecho. Por eso va a funcionar”
Da miedo hacer lo que nunca se ha hecho, pero tener el valor de tomar una decisión diferente te acabará llevando por caminos diferentes. 

Con los cambios, llegan las dudas, el miedo a aceptar riesgos, pero sólo teniendo el valor de tomar riesgos puedes superarte a ti mismo y llegar más lejos.


Si haces lo mismo siempre, acabarás teniendo siempre los mismos resultados.

Veinte años más tarde, Matrix aún logra que nos preguntemos acerca de nuestras decisiones, de la felicidad y del mundo que nos rodea, convirtiéndonos en jueces y observadores.

Hace que nos planteemos aspectos fundamentales de la vida y de la filosofía, que nos permiten cuestionarnos muchas facetas de nuestra existencia.

Como si de un mito se tratase, pretende dar respuestas, borrando prejuicios y abriendo nuestras mentes.

¿Qué tienen realmente las pastillas roja y azul que te hacen permanecer o salir de MATRIX? Probablemente, nada. 

Es la mente la que toma la decisión de salir de la ilusión, la elección mediante pastillas es solo una visualización.

"Es la mente la que toma la decisión de salir de la ilusión"…
Por lo tanto, es la mente la única que puede llevar el acúfeno a un plano de neutralidad, condicionando y regulando de esta manera tus reacciones emocionales y físicas.

“Esta es tu última oportunidad Neo. Después, ya no podrás echarte atrás. Lo único que te ofrezco es conocer la verdad. Nada más”.

¿Pastilla roja o pastilla azul…?

Si tomas la pastilla azul termina la historia. Despertarás en tu cama, creerás lo que quieras creerte y el acúfeno, la hiperacusia y la misofonía continuarán controlando tu vida.

Si tomas la pastilla roja, accedes al mundo real, donde encontrarás los argumentos y las herramientas para entender lo que te pasa, porque te pasa y qué debes hacer para solucionar tu problema.

Ahora, si lo que quieres es ahorrarte el esfuerzo de reflexionar sobre estas líneas y perderte la oportunidad de conocer la solución a tu problema, no te preocupes, siempre te quedará la pastilla azul.

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